Por: Mauricio Hernández
Con información de AP, EFE, Notimex, El Universal, a.m. y Correo
Alejandro Ordaz Moreno, el estudiante salmantino de 29 años acusado de intentar matar a dos policías que supuestamente lo confundieron con un delincuente en Sevilla, España en marzo del año pasado, salió en libertad condicional.
La liberación del estudiante, quien residía en Sevilla becado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) y la Universidad de Guanajuato, se registró a las 18:30 horas (horario de España) y no pagó fianza.
La noticia fue confirmada por el abogado Fernando Retamar, defensor de Ordaz Moreno, quien explicó que la Fiscalía del caso accedió a conceder la libertad a su cliente bajo algunas condiciones: que establezca un domicilio legal conocido, que entregue el pasaporte a la justicia y que se presente cada quince días ante el juez.
De acuerdo con el diario El Universal, los padres de Alejandro, Esteban e Isabel, aseguraron estar felices con la noticia.
“Estamos muy contentos. Llevamos meses esperando este momento. Alejandro es inocente y lo va a demostrar”, aseguró su padre que lleva ocho meses viviendo en la ciudad andaluza para estar cerca de su hijo.
“Él es buen chico, un buen estudiante que está en Sevilla becado por el CONACYT para realizar un doctorado en energías renovables que jamás ha sido acusado de nada”, añadió.
En entrevista vía telefónica con el periódico a.m. y ya fuera del Centro Penitenciario de Sevilla en el que permaneció encerrado más de once meses, Alejandro se mostró contento de estar nuevamente con su familia y amigos.
“Pero este es el primer paso para demostrar mi inocencia y todavía falta un tramo por recorrer y luchar es lo que me queda para terminar con esta pesadilla”, dijo.
Respecto a si continuará estudiando el Doctorado en Energías Renovables en la Universidad de Sevilla en España una vez que su proceso termine dijo que no tenía aún tomada esta decisión.
“No lo tengo aún definido porque es algo que tengo que hablar con mi familia, pero lo primordial es terminar con esto”, señaló.
Una vez que todo el juicio termine dijo que platicará con sus padres sobre este tema, pero que necesita dejar que pase tiempo.
NUNCA DEJÓ DE ESTUDIAR
El estudiante mexicano acompañado de su familiares al salir en libertad
En la entrevista, Alejandro comentó que lo más difícil fue estar encerrado sabiendo que era inocente, y destacó la calidad del sistema penitenciario español, pues le permitieron seguir estudiando y desarrollar sus habilidades.
En el Centro Penitenciario de Sevilla, Alejandro estudió y trabajó durante estos 11 meses, apoyaba a los internos dándoles clases y además él mismo estudió parte de un doctorado e inició una carrera en Filología Inglesa.
“Trataba siempre de mantenerme ocupado para evitar que me torturara lo menos posible el encierro”, recordó.
Expresó que cuando quedó en libertad después de un largo trámite sintió mucha emoción de ver a sus papás, a un amigo y al cónsul de México en Sevilla.
“Estábamos muy emocionados todos, nos tomamos fotos y estábamos con ganas de llorar pero no salió la lágrima de la alegría que teníamos”, recordó.
Finalmente agradeció a todos a los medios de comunicación y a todos lo mexicanos, amigos y familia, que siempre creyeron en su inocencia ya que por fin llegó el momento de demostrarlo.
Dr. Arturo Lara López, Rector General de la Universidad de Guanajuato
“La Universidad de Guanajuato continuará al tanto del proceso que enfrenta Alejandro Ordaz y, dentro de los ámbitos de su competencia, seguirá ofreciendo los distintos apoyos”, afirmó el Rector General de la UG.
LOS HECHOS
Alejandro Ordaz Moreno, fue detenido el 8 de marzo del 2008 a las 3 de la madrugada en Sevilla, cuando dos policías que prestaban servicio vestidos de civiles recibieron un aviso para identificar a una persona con determinadas características físicas que estaba acosando a tres mujeres.
Los dos agentes se encontraron a Alejandro en el barrio La Macarena, y su filiación coincidía con las características del sospechoso, y le solicitaron que se identificase.
Alejandro pensó que lo querían secuestrar y los enfrentó, luego fue detenido.
Al momento de su detención, el fiscal lo acusó de los delitos de intento de asesinato, atentado a la autoridad y tenencia ilícita de armas, además solicitaron en su momento una indemnización de 16 mil euros para un policía y 15 mil para el otro por las lesiones que el joven les causó y los daños morales.
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